¿Qué es la comprensión lectora?
Una de las dificultades académicas más comunes en los niños y niñas viene relacionada con la escasa o falta de comprensión del texto escrito. En muchas ocasiones, esta inapropiada comprensión es causa del bajo rendimiento escolar. Los estudiantes conocen las diferentes letras y sus correspondientes sonidos y combinaciones. Saben lo que las palabras significan, son por lo tanto capaces de leer un escrito, pero la cuestión es ¿comprenden lo que están leyendo? En muchas ocasiones la respuesta a este interrogante es negativa. Por lo general a los niños y niñas les cuesta entender el contenido del texto. No son capaces de dar sentido al mismo. Comprenden las palabras, pero no se enteran de lo que les transmite el texto.
Esta dificultad a la hora de comprender textos, les crea problemas en múltiples ámbitos, principalmente en el área escolar, su rendimiento se reduce. Si no comprenden los contenidos, difícilmente podrán construir aprendizajes o resolver un problema del cual no entienden el enunciado.
EN QUE CONSISTE LA COMPRENSIÓN LECTORA
La comprensión lectora y la lectura propiamente dicha, no es una habilidad mecánica o memorística. Su finalidad se constituye en la comprensión del mensaje que se nos está transmitiendo, en saber lo que nos dice el texto. Conocer las letras y como se agrupan no es saber leer, en todo caso es una habilidad necesaria para la lectura, pero quedarnos ahí significa empobrecer el sentido de la lectura. Quedarnos ahí, es como aprender a montar en bici, enseñando a un niño lo que es una bici y como funciona, debemos pedalear para que las ruedas se muevan, no sirve de nada ese aprendizaje si no enseñamos al pequeño a ejecutarlo.
Una cosa es el conocimiento de los aspectos esenciales de la lectura y otra bien distinta es adquirir la competencia lectora. Poder emplear esta habilidad.
La lectura es inseparable del lenguaje y del pensamiento. El acto de leer sin comprender es relativamente simple, es un acto mecánico que no se vincula apenas con el lenguaje y mucho menos con el pensamiento. La comprensión del texto escrito por lo tanto va mucho más allá del conocimiento de las letras y sus sonidos, de la capacidad de leer diferentes palabras. Para la comprensión es necesaria la interpretación del mensaje, del contenido del texto. Es una actividad de pensamiento e interpretación. No debemos enseñar a los pequeños a quedarse en la percepción de las letras, debemos entrenarles para llegar a una interpretación de las palabras percibidas y un acto de reflexión que les lleve a comprender el texto.
La dificultad en la comprensión
La dificultad reside en esta idea misma. Tradicionalmente los aprendizajes se han expuesto para que el niño o niña los memorice y los haga mecánicos.
Pero un aprendizaje significativo va mucho mas allá, implica la construcción de los mismos por parte del aprendiz, como sujeto activo, principal responsable del proceso de aprendizaje. A la hora de aprender a leer, los niños y niñas han de darse cuenta de que la lectura es una herramienta comunicativa, que no es algo memorístico. Deben construir el aprendizaje del proceso lector, inmersos en una experiencia de conocimiento y de comprensión.
Es difícil dar sentido a los diferentes mensajes que recibimos, pero es fundamental crear un habito en este sentido, tanto en los escritos como en los demás tipos de mensajes, esto favorecerá su lenguaje, su pensamiento, su comunicación y su desarrollo cognitivo.
PAUTAS Y CONSEJOS PARA FOMENTAR EL APRENDIZAJE DE LA COMPRENSIÓN LECTORA.
- Desde un primer momento hazle ver lo que dice lo que está escrito. Comienza por las palabras que leen, por frases cortas, pregúntale, dile que te lo explique, etc.
- Utiliza contenidos de su interés, para que comprendan que leer es más que conocer las letras. Si les interesa lo que dice el texto se esforzarán por comprenderlo y poco a poco lo harán habito.
- Cuando lean, pídeles que piensen lo que están leyendo. Evita que se saturen, es mejor que lean menos cantidad pero que la comprendan. Si el texto es demasiado extenso, puede que dejen de prestar atención al mismo. Poco a poco aumentaremos el tamaño de los textos. Si es demasiado largo, podemos fragmentárselo en partes.
- Apóyate en imágenes y otros recursos, que les ayuden a comprender lo escrito.
- Desde un primer momento y ante cualquier tipo de texto, pregúntales, hazles que te expliquen con sus palabras lo que pone escrito, aunque sea una frase o una palabra. De esta forma se hace automática la comprensión de la lectura, el niño o niña aprende a dar un sentido a todo lo que lee.
- Pídeles que resuman textos que leen. Si tratan de resumir tendrán que comprender primero
- Hazles preguntas sobre los textos. Desarrolla con ellos el pensamiento
- Más adelante, podemos inculcarles en la reflexión crítica de los contenidos. Les pediremos no solo que nos cuenten lo leído, sino que también nos den su opinión. Para trabajar esto podemos comenzar en edades tempranas, haciendo pequeñas reflexiones, aunque aun no sean criticas, les preguntaremos porque creen que sucede eso que leen, para que, etc.
- No te centres demasiado en los errores mecánicos, si el niño se equivoca de letra por ejemplo, lo importante y el objetivo de la lectura ha de ser la comprensión, si nos centramos en errores de este tipo, damos al niño un mensaje equivocado, debes conocer todas las letras bien y no equivocarte en eso. Con la práctica estos errores se eliminaran, pero debemos fomentar que se esfuercen por comprender no por hacer bien un acto mecánico.
Ejemplos de Actividades
- Busca de la idea principal. El niño o niña tendrá que leer un texto y buscar cual es la idea principal del mismo. Le podemos decir que nos cuente con una sola la frase lo más importante del texto. Esta actividad, hace que los pequeños se centren en buscar el mensaje que transmite el texto.
- Imagen, busca el texto que se corresponde. Ante una imagen o dibujo y diferentes textos, los niños y niñas, deberán asociar la imagen a un texto determinado. De esta forma tendrán que comprender el contenido del texto.
- Busca la definición o el sinónimo. Se les presenta a los pequeños una imagen o una palabra concreta y podemos hacer dos alternativas de ejercicio. Una de ellas consiste en buscar la definición adecuada para la palabra o el dibujo y la otra consiste en buscar la palabra que signifique lo mismo.
- Escribe finales distintos. Le presentamos una historia con final o hasta podemos hacerlo sin final. El niño o niña deberá inventar un final. Para poder crear el nuevo final primero deberá comprender el sentido del escrito.
- Sopas de letras y crucigramas. Contribuyen a comprender la palabra escrita, y a comprender definiciones de la misma.
- Crear frases que signifiquen lo mismo. Se le da una lista de frases al pequeño y deberá crear frases diferentes pero con un mismo significado. De esta forma nos centramos en el significado de los escritos y no en la forma de los mismos. Haciendo que los niños y niñas se den cuenta de que distintas formas pueden tener un mismo significado, el significado por tanto va más allá de las palabras mismas.
Fuente: Educapeques