¿Qué es el TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen
neurobiológico que afecta aproximadamente al 5% de la población en edad escolar.
Se caracteriza por los síntomas de desatención (incapacidad de resistirse a estímulos
irrelevantes, lo que dificulta su concentración durante mucho tiempo y, por tanto el mantenimiento del “trabajo consistente” en una tarea, por un periodo de tiempo más o menos largo),hiperactividad (alto nivel de actividad motora) e impulsividad (dificultad de autocontrol en sus emociones, pensamientos y conductas), que se presentan con mayor intensidad y frecuencia de lo esperado para su edad y nivel de desarrollo, de tal forma que interfieren de manera negativa.
Las dificultades propias del TDAH se encuentran en las FUNCIONES EJECUTIVAS
Las funciones ejecutivas consisten en el mantenimiento de la actividad cognitiva del sujeto sobre
un determinado tipo de estímulo o de tarea a lo largo de un periodo de tiempo (regulación de la
atención sostenida).
El ejercicio de las funciones ejecutivas depende del plan que se ha trazado el sujeto para alcanzar una meta; así, a la vez que el sujeto focaliza la atención, debe ser capaz de rechazar estímulos irrelevantes para ejecutar bien la tarea propuesta.
El inadecuado funcionamiento de estas funciones se manifiesta en los siguientes rasgos
predominantes en los niños con TDAH:
• Su inadecuada respuesta inhibitoria, dificultades en el control de impulsos y dificultades en
la capacidad para demorar recompensas.
• Su excesiva actividad en tareas irrelevantes o bien su pobre regulación de la actividad
frente a la exigencia de una determinada situación.
• Sus dificultades en la regulación de las emociones, la motivación y el estar alerta.
• Su mayor variabilidad en el rendimiento de su trabajo.
¿Cómo se manifiestan estas dificultades en el centro?
En la calidad del trabajo: su trabajo suele ser pobre e incompleto, con mala presentación, aunque en ocasiones puedan hacerlo bien. Son muy dependientes del ambiente (organización, estructuración y supervisión).
En la cantidad del trabajo: con frecuencia no terminan sus trabajos, tareas, exámenes, etc.
En la velocidad del trabajo: muchos niños con TDAH trabajan más despacio, otros se precipitan, lo hacen muy rápido y comenten errores. En general, no revisan sus tareas y, cuando lo hacen, tienen gran dificultad para detectar los errores que cometen durante la ejecución del mismo.
En el rendimiento: Su rendimiento puede variar significativamente de un momento a otro e incluso de un día a otro.
En la automotivación (autorreforzamiento): Les cuesta mantener el esfuerzo en tareas o actividades que no les proporcionan una recompensa inmediata. Tienen dificultad para trabajar por grandes recompensas a largo plazo, en cambio, necesitan recompensas frecuentes aunque sean irrelevantes. Pueden iniciar una tarea correctamente, pero después de un tiempo están desmotivados y/o cansados y se dejan llevar por estímulos que en esos momentos son más gratificantes e inmediatos, como hablar con un compañero o mirar por la
ventana; lo saben hacer, pero hay una incapacidad para inhibir esos estímulos. Se dejan arrastrar por estímulos más divertidos para ellos y recompensas inmediatas.
En la regulación del nivel general de alerta: es decir, para centrarse en las demandas del ambiente y del momento (lo que ocurre aquí y ahora). Tienen dificultades para iniciar el trabajo que deben hacer, evitar la distracción y mantenerse atento en situaciones monótonas. Con frecuencia, parece que sueñan despiertos o están en las nubes cuando se supone que deberían estar atentos, concentrados y centrados en una tarea.
Frecuentemente, tienen dificultades para inhibir sus reacciones emocionales frente acontecimientos, tal y como lo hacen los otros de su misma edad. No es que las emociones que experimentan sean inadecuadas, sino que suelen manifestarlas públicamente. No son capaces "de privatizar" sus sentimientos y/o pensamientos, guardarlos y mantenerlos internos
En general, aparentan ser menos maduros emocionalmente, más expresivos con sus sentimientos, más exaltados, irascibles y se frustran fácilmente por los acontecimientos, provocando, a veces, dificultades en sus interacciones sociales (baja tolerancia a la frustración).
En la incapacidad de interrumpir sus acciones cuando es evidente que ya no son adecuadas.
El tratamiento será farmacológico y psicopedagógico para mejorar las habilidades académicas del alumno, principalmente lo referido a la metodología.